Aunque no es la mejor época para hacer turismo en Alemania, por el frio que hace y porque anochece para las cinco de la tarde, como no tenía mejores cosas que hacer y Ryanair ofertaba buenos precios para el vuelo Madrid Hamburgo, me he decidido a dar otra vuelta, y visitar algunos museos que tenía pendientes de ver.
Saltándome el día de viaje, en el vuelo de 13,30 a 16,30 y la llegada y aposentamiento, pasaremos a lo que hice el primer día completo en Hamburgo.
El hostel estaba situado al sur de la estación, cerca de Haffen City, la antigua zona de muelles y canales que se esta transformando con modernos edificios y remodelando los edificios de almacenes. Asi que allá me fui, con una temperatura de -2ºC
Así llego al Museo Maritimo, que la vez anterior no alcancé a visitar
Como son nueve pisos de exhibicion, me tiré toda la mañana en el.
Los marinos alemanes fueron los ultimos que usaron estos grandes barcos de vela, de 5 mastiles y casco de acero para ir a traer nitrato de Chile, doblando el cabo de Hornos, a veces con grandes dificultades y peligros, a principios del siglo XX. Para descansar un rato me senté a ver una filmacion de aquellos tiempos. La ventaja de la vela sobre los vapores, era que no tenían que repostar carbón, lo que era un problema en aquellas tierras inhóspitas. El asunto fue negocio hasta que se abrió el canal de Panama por un lado, y por otro Haber descubrió la síntesis del amoniaco, y los alemanes empezaron a hacer abonos sinteticos, sin necesidad de ir a Chile a por guano.
Despues de la sesion de museo, y tras comer algo, seguí por la zona nueva
hasta llegar al mas reciente edificio emblematico de Hamburgo, la sede de la Filarmonica, ElbPhilarmonie. Ha sido bastante controvertido porque parece que pensaban gastar 70 millones y se les ha ido el coste a 700 millones de euros.
Parecen dos edificios, uno encima de otro. El de abajo creo que es un hotel y en el de arriba están las salas de conciertos. Y entre los dos hay una plaza publica a la que se sube por una inacabable escalera mecánica, tras coger un ticket gratuito. Como estaba recién inaugurado, había cantidad de paisanos que se habían acercado a verlo.
Desde la plaza, que se puede recorrer alrededor del edificio, hay unas buenas vistas de la zona portuaria
Después seguí paseando por los muelles, donde ya había estado el año anterior, hasta llegar a un sitio notable que se me había pasado visitar, el tunel del Elba.
En 1910, hicieron un túnel de unos 400 mts, por debajo del rió, para que los currelas fueran a trabajar a los astilleros del otro lado del Elba, sin tener que usar los transbordadores ni preocuparse del hielo.
En cada lado hay un pozo con varios ascensores, para peatones y bicis gratis y para vehículos pagando, que nos bajan 21 mts hasta los dos túneles paralelos que cruzan el rió. ( Uno de ellos esta cerrado por obras, de renovación total, así que hay trafico alterno para vehículos por el otro)
Volviendo otra vez al lado de la ciudad, vemos la estatua del Canciller Bismarck, vigilandolo todo.
Y como ya va oscureciendo, me vuelvo hacia el hostel, aunque para hacer tiempo me meto en la biblioteca publica a ojear libros, hasta que me echan a las siete. Aquí el día acaba pronto.