A la vuelta del viaje de Holanda, aproveché que llegaba a Madrid en fin de semana y fui a visitar la estación que generaba la electricidad para las primeras lineas del Metro, que está abierta para visitas de viernes a domingo, situada cerca de la estación de Metro de Pacifico.
Para mi estas máquinas antiguas son más artísticas que muchas obras que se ven en los museos.
En concreto se trata de tres motores diesel, de cuatro cilindros cada uno, que movían tres alternadores que generaban la corriente alterna que luego eran convertida en corriente continua para garantizar el funcionamiento de las lineas. Dijeron que generaban unos 5000 KW, (que me parece poco, porque eso lo producen hoy en día un par de aerogeneradores de los normalitos)
Aunque el Metro se inauguró en 1919, estas maquinas no se instalaron hasta 1923. Según el guía las compraron en Alemania de segunda mano. De los tres ingenieros que las montaron, uno era uno de los Otamendi que habían hecho el Metro. Este origen «vasco» del Metro puede deberse a que el Banco de Vizcaya fue el principal financiador de la obra (junto a Alfonso XIII, y que luego le sacarían su rendimiento con las operaciones inmobiliarias relacionadas con la red del metro)
Como vinieron en piezas hubo que montarlas con ayuda del puente grúa, que fue construido en los astilleros Euskalduna de Bilbao
Al fondo se ven unas bombonas de aire comprimido, que se usaban para el arranque de los motores. (Al diesel en frio, hay que ayudarle para explote). Tardaban unos 5 minutos en ponerse en regimen de funcionamiento
Debido al ruido que producían los motores en marcha, el jefe del equipo daba las ordenes mediante una especie de semaforo de señales luminosas que se ve en la mesa de control. Trabajaban aquí 50 operarios en tres turnos. Al final las máquinas dejaron de usarse en 1970 por las quejas de los vecinos por el ruido que generaban (y porque ya había un suministro eléctrico normalizado)
Aunque era una nave industrial, el acabado fue bastante esmerado, con azulejos blancos con cenefas metalizadas
También nos explicó que usaban dos tipos de combustible: gas oil para arrancar, y un destilado de pizarras bituminosas de Puertollano, para cuando estaban ya en marcha, calientes, porque salía más barato que el gas oil.
Para redondear la visita, en la fundación Mapfre pude ver una exposición sobre Zuloaga en Paris, y en la Fundación Telefónica tenían otras dos bastante interesantes, una sobre el arquitecto Foster y otra sobre las sondas a Marte.
Aquí pongo este video de Youtube que explica muy bien el funcionamiento de la central.