Hace unos días tuve que ir a Madrid y como tenía algunas horas libres, me fui de museos, pero en vez de ir al Thyssen a ver la exposición de Antonio Lopez, que ya podré verla cuando venga a Bilbao, me fui al Museo Naval, que está en la acera de enfrente, en el Paseo del Prado, un poco más arriba.
Este es un Museo Naval militar, como se puede comprobar desde la entrada, donde un marino te toma nota del DNI, como cuando visitas un organismo oficial.
Luego, aunque la entrada es gratuita, una señora con cara de sargento te conmina a hacer una aportacion voluntaria de tres euros para mantenimiento del museo.
El contenido es bonito para quienes nos gustan estos temas: los planos de Juan de la Cosa, muchos modelos y maquetas de barcos,… pero todo ello desprende un tufillo imperialista y colonial. Basta ver que hay una sala completa dedicada a las armas (lanzas, espadas,…) que arrebatamos a los moros filipinos. ¡Malditos moros filipinos que no querían ser españoles! Hubo que mandarles unas cuantas lanchas cañoneras para convencerlos de quienes mandaban allí.
Luego también hay otra sala dedicada a la Numancia, aquel barco que mandamos a bombardear los puertos peruanos y chilenos en una expedicion de represalia por un problema con unas islas donde había nitratos. ¡Malditos peruanos que no reconocían la soberania de España sobre unas islas situadas a 15000 millas de Madrid!
Estas hazañas las hacia la flota española con unos barcos que compraban a toca-teja en Francia o en Inglaterra. No habia dinero para escuelas, la mitad de la población era analfabeta, pero al gobierno le llegaba el dinero para comprar unos barcos que luego serían hundidos en media hora en Cuba y en Filipinas.
Pero cuando la cosa se pone peor es cuando llegamos al siglo XX y a la Guerra civil y el franquismo. Por allí todavia no ha pasado la ley esa de la Memoria Historica. Preside la sala un retrato del «generalisimo» y otro de Carrero Blanco. (nota: si lo pensamos un poco, hace gracia la palabra ésta de generalisimo. El grado superlativo está pensado para aplicarselo a los adjetivos – buenísimo, grandisimo- salvo en el caso de Franco que se aplica a un nombre común -general-, aunque luego dio origen a una cadena de superlativos familiares: el cuñadísimo, el yernísimo…Los del ABC que son tan cuidadosos con el castellano, nunca criticaron esta aberración).
Y luego están las acciones militares. Todos los heroicos eran los del bando nacional, tanto si ganaban como si les hundían, como el Baleares, mientras que de los republicanos no se menciona nada meritorio.
Hay una foto de uno de los bacaladeros que fueron militarizados por el «Gobierno de Bilbao». Se ve que al militar que escribió la explicación le daba repelús escribir «Gobierno de Euzkadi», que era el nombre oficial.
Hay que destacar un rasgo de honradez en una explicacion que hay en una vitrina. En ella se menciona que en Malaga , durante los meses que estuvo bajo la República hubo 1200 muertos, mientras que una vez que entraron los nacionales se juzgaron y ejecutaron a 3600 personas. Es decir 3 x 1.
(La foto no es muy buena porque dicen que no uses el flash y yo no tengo buen pulso. Están tomadas en diciembre del 2014, fecha en que he vuelto al museo y he sacado las fotos )
En estos meses finales de 2014 hay también una exposición temporal dedicada a la fragata N.S. de las Mercedes, que fue hundida en las costas de Portugal con un tesoro, que ha sido reclamado por el estado español y que se muestra aquí y en el Museo Arqueologico. La parte de este museo tiene un caracter más bélico. La otra es más cultural